Cacofonía se le denomina al fenómeno sonoro de la repetición, mayormente innecesaria, de términos semejantes sonoramente. Según la RAE, una cacofonía es «una disonancia que resulta de la inarmónica combinación de los elementos acústicos de la palabra». También podríamos considerar a la cacofonía como un tipo de redundancia, ya sea en el comunicado oral o escrito.
La palabra «cacofonía» proviene del griego κακοφωνία (kakophonía), que se compone de las raíces κακός (kakós), que significa ‘malo’ o ‘desagradable’, y φωνή (phoné) que significa ‘sonido’. Por lo que, cacofonía significa «mal sonido». Por otro lado tenemos el término «Eufonía» que es la contraparte, de la cual eu significa ‘bueno’ y fonía significa ‘sonido’, así que eufonía quiere decir «buen sonido».
Este es uno de los errores más comunes de tipo gramatical que cometemos a la hora de hablar. Hay que tener en cuenta que utilizar una palabra o un sonido de manera excesiva genera una cierta distorsión en la comunicación y, por lo tanto, la cacofonía se considera un vicio del lenguaje.
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¿Cómo identificar una cacofonía?
Una cacofonía puede producirse como consecuencia de la repetición innecesaria, exagerada o cercana de un sonido en una misma frase y su principal característica es que la sonoridad de los fonemas resulta chocante o incluso desagradable y hasta suele producir una pequeña dificultad para pronunciar, dar a conocer un mensaje y entenderlo.
Es recomendable evitar las cacofonías, ya que como mencionamos anteriormente, puede dificultar el transmitir y entender un mensaje, además de afear un discurso.
Ejemplos de cacofonía:
La cacofonía puede producirse como consecuencia de la repetición innecesaria, exagerada o cercana de un sonido en una misma frase. Ejemplos:
- Yo loco, loco y ella loquita, yo lo coloco y ella lo quita.
- Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal.
- Iremos a la alberca, pero Alberto no se meterá porque él no nada nada.
- Cada caja encaja perfectamente.
- Esa es una historia de histeria.
- Parece que aparece.
- Yo le debo poco a pocos, tú le debes mucho a muchos.
- Él dijo que mañana anuncia su renuncia.
- Su obsesión es la fijación de una condición que detenga esta situación en la región.
- Resulta que no me asustan los resultados de mi tesis.
Entonces, ¿la cacofonía es mala?
Aunque esta pregunta parezca simple, y según lo que hemos visto hasta ahora podríamos decir que sí, pero la realidad es que no lo es en todos los casos. Entonces, ¿puedo emplear o no el uso de la cacofonía?, lo cierto es que, dependiendo del contexto. Si bien es recomendable evitarla en la medida de lo posible, hay ocasiones en las que esta es necesaria, dependiendo su uso. Verás:
- La cacofonía también es considerada como criterio gramatical para ciertos casos. Por ejemplo, el sustantivo ‘agua’, que es femenino, se escribe con artículo masculino en singular para evitar la cacofonía: ‘el agua’ y no ‘la agua’. Lo mismo ocurre con otros sustantivos que empiezan por a tónica, como arte, águila, asta, etc.
- Las cacofonías también son empleadas en ejercicios de lenguaje para practicar la correcta pronunciación de determinados fonemas. Por ejemplo: “Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal en tres tristes trastos”.
- Estas también pueden emplearse como recurso literario o de estilo para trasmitir determinado énfasis o efecto a una idea. Por ejemplo: “¿Cómo quieres que te quiera si la que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera?”.